
Supervivencia para Principiantes: Qué Saber y Cómo Empezar
Empezar en el mundo de la supervivencia puede parecer abrumador. Hay quienes muestran mochilas llenas de artilugios tácticos, navajas multiusos que parecen salidas de una película de ciencia ficción y técnicas avanzadas de orientación o caza. Pero déjame decirte algo: todos empezamos desde cero, y si tú estás aquí, ya diste el primer paso más importante: querer aprender.
Yo mismo soy un usuario básico en supervivencia. No vengo del ejército ni crecí en una cabaña aislada. Empecé desde lo más elemental, y en este artículo quiero contarte, desde esa perspectiva realista y cercana, todo lo que necesitas saber para empezar sin agobios y sin gastar una fortuna.
¿Por qué empezar en supervivencia?
Muchos llegan al mundo de la supervivencia por curiosidad, por moda o por alguna situación que les hizo cuestionarse qué pasaría si algo fallara: un apagón, una tormenta, una pandemia. Para mí, fue una mezcla de todo eso. Me di cuenta de que no tenía ni idea de qué hacer si se iba la luz dos días o si tenía que salir rápido de casa con lo esencial.
La supervivencia no se trata solo de escenarios extremos. Se trata de estar preparado para lo cotidiano cuando lo cotidiano deja de funcionar. Desde saber hacer fuego hasta purificar agua, desde improvisar un refugio hasta cocinar sin electricidad.
Primeros pasos para principiantes en supervivencia
1. Adopta la mentalidad adecuada
El primer paso no tiene que ver con herramientas, sino con actitud. La supervivencia es 80% mental. Es mantener la calma cuando las cosas se complican, tomar decisiones lógicas y usar lo que tienes a tu alrededor con creatividad.
Mi consejo: empieza por entrenar tu mente para pensar con claridad en situaciones incómodas. Piensa escenarios, haz pequeñas simulaciones, pregúntate: “¿Qué haría si…?”
2. Arma una mochila de emergencia
Este fue uno de mis primeros logros. No una mochila profesional con equipo militar, sino una mochila funcional con lo básico para 48 a 72 horas:
- Agua potable (o pastillas potabilizadoras)
- Comida no perecedera (barras energéticas, latas)
- Linterna y baterías
- Navaja multiusos
- Encendedor y pedernal
- Manta térmica
- Kit de primeros auxilios
- Copias de documentos importantes
- Ropa interior, calcetines y una muda
- Cargador portátil
Empieza con lo que tengas en casa. No hace falta comprar todo de golpe. Ve adaptando y mejorando con el tiempo.
3. Aprende a encender fuego
Nada te conecta más con la supervivencia que aprender a encender fuego sin fósforos ni encendedor. El fuego calienta, cocina, ilumina y protege. Existen muchas formas, pero yo empecé con el pedernal y un poco de algodón con vaselina (excelente truco, por cierto).
Practica en condiciones reales: con algo de viento, humedad, y sin prisas. El día que logres tu primer fuego «a la vieja escuela», algo cambia en ti.
4. Domina la purificación de agua
Puedes sobrevivir sin comida varios días, pero sin agua limpia, apenas un par. Aprendí que no basta con encontrar agua, hay que purificarla.
Tres formas fáciles:
- Hervirla (si puedes hacer fuego)
- Usar pastillas potabilizadoras
- Filtros portátiles tipo LifeStraw o Sawyer Mini
Una vez me pasó: tenía acceso a un río, pero no me atreví a beber. Desde entonces siempre llevo algo para potabilizar.
5. Aprende a improvisar un refugio
No necesitas construir una cabaña, pero sí deberías saber cómo protegerte del frío o la lluvia. Practica con una lona, cuerda y ramas. Aprende a hacer un “techo” básico o una estructura en forma de A.
Esto es más fácil de lo que crees y hay cientos de tutoriales simples. La clave está en practicar al menos una vez.
Conocimientos útiles para el día a día
A medida que avancé, descubrí que la supervivencia no se entrena solo en el campo. También se entrena en casa.
- Saber usar una brújula (no solo el GPS)
- Cocinar con ingredientes básicos
- Reparar cosas del hogar
- Cortar madera con seguridad
- Hacer nudos resistentes
Estas habilidades te hacen más autosuficiente, incluso en tu día a día.
Lo que NO necesitas al principio
Aquí un punto importante. Como principiante, es fácil caer en la trampa de comprar por impulso. Evita esto:
- Mochilas de $300 si no has probado ni una noche en el campo
- Cuchillos tácticos que parecen de película
- Ropa camuflada si nunca saliste al bosque
Primero entiende lo que necesitas, luego invierte. Yo he comprado cosas que nunca usé por dejarme llevar. Hoy valoro más una linterna confiable que una multi-herramienta que nunca entendí.
Cómo seguir aprendiendo
No necesitas hacer un curso militar. Aprende paso a paso:
- Mira canales de YouTube especializados (pero realistas, no extremos)
- Únete a foros o grupos en redes sociales
- Practica en casa: simulaciones de cortes de luz, cocinar sin electricidad
- Lee libros básicos como “Manual de Supervivencia del SAS” o similares
La clave está en no dejar que el conocimiento se quede en teoría. Si aprendes algo, practícalo.
Conclusión: un camino que vale la pena
Si algo he aprendido desde que empecé es que la supervivencia no es un destino, es un camino. Un camino en el que cada pequeña habilidad aprendida te da más seguridad, más autonomía y, sobre todo, más tranquilidad.
No esperes al desastre para prepararte. Empieza ahora, con lo que tienes, en el nivel en el que estás. Porque la supervivencia no es para los fuertes, es para los que se preparan.
Y si yo, siendo un usuario básico, pude empezar y avanzar, tú también puedes.